Monday, July 2, 2018

July 8, 2018 - Jesus Preaches in the Synagogue

The Fourteenth Sunday of Ordinary Time    Year B



Reading I:  Ezekiel  2:2-5

Psalm:
 
123

Reading II:  2 Cor 12:7-10

Gospel:  Mark 6:1-6


In the summer of 1982, I was blessed to be able to make a retreat/pilgrimage to the Holy Land. We had a lot to experience in a 10-day period, but one afternoon while we were in the Garden of Gethsemane overlooking the city of Jerusalem we had some free time. Some of us decided to just stay and reflect and pray in that sacred spot. As I reflected, the words of Jesus came to me “Jerusalem, Jerusalem, you that kill prophets and stone those who are sent to you! How often have I longed to gather your children together, as a hen gathers her chicks under her wings, and you refused!” (Mt 23:37). Being rejected in Jerusalem, the capital city of his country, was very painful for Jesus, who only wanted to bless the people there.

Can you imagine how hurt Jesus was when people in his home village questioned his profound wisdom as he was teaching in the synagogue? They had known him as the carpenter’s son and had observed him growing up and in his young adult years. We can imagine them saying, “Who does he think he is, preaching to us?” Jesus wanted to share so much with the people he knew so well in his village, but he was limited by their rejection. Hence, most of his miracles and teaching took place elsewhere.

Jesus sadly recalled that “A prophet is only despised in his own country, among his own relations, and in his own house”(Mark 6:4) Even today, we see that kind of attitude in families, neighborhoods, and even in parishes. Back when we first began to have Eucharistic ministers distribute Communion at Mass, some people would change to a line to where a priest was giving Communion, rather than receive from a layperson. Again the attitude “Who do they think they are? Do they think they are better than the rest of us?” While that attitude seems to have gone away, we see it popping up in other situations.

Some of the divisions within families, workplaces, etc. derive from this attitude. As I have tried to understand it through the years, I have concluded that jealousy plays a part. However, I tried to look deeper to understand what causes the jealousy. My conclusion was that lack of self-esteem is at the root. If people realize that they are beloved children of God, with unique gifts for themselves and the world they might be happy to rejoice in the gifts of others, as well as their own. Also, they need to realize that ordinary gifts, like kindness and caring, are very important. We only need a few talented musicians, scientists, actors, etc. However, we need many with the ordinary gifts. That is why God made so many ordinary people.

While I was teaching at St. Catherine Indian School in Santa Fe, New Mexico, we had self-esteem groups which would meet weekly. Our aim was to prepare the students for life. We wanted them to leave the school aware of “Who they were and Whose they were.”

 Reflection Questions:  How can I heighten my awareness of Who I am and Whose I am?  How can I help others to appreciate Who they are and Whose they are, especially the young? 



Spanish Translation of Reflection Above...

Jesús predica en la sinagoga

En el verano de 1982, tuve la bendición de poder realizar un retiro / peregrinación a Tierra Santa. Teníamos mucho que experimentar en un período de 10 días, pero una tarde, mientras estábamos en el Jardín de Getsemaní con vistas a la ciudad de Jerusalén, tuvimos algo de tiempo libre. Algunos de nosotros decidimos quedarnos, reflexionar y orar en ese lugar sagrado. Cuando reflexioné, las palabras de Jesús vinieron a mí “¡Jerusalén, Jerusalén, tú que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de sus alas, y te negaste! (Mt 23:37). Ser rechazado en Jerusalén, la ciudad capital de su país, fue muy doloroso para Jesús, que solo quería bendecir a la gente de allí.

¿Pueden imaginarse lo herido que estaba Jesús cuando la gente en su pueblo natal cuestionó su profunda sabiduría mientras enseñaba en la sinagoga?
Lo habían conocido como el hijo del carpintero y lo habían observado crecer
y en su juventud. Podemos imaginarlos diciendo, ¿Quién se cree que es, predicándonos? Jesús quería compartir tanto con las personas que conocía
tan bien en su aldea, pero estaba limitado por su rechazo. Por lo tanto, la mayoría de sus milagros y enseñanzas tuvieron lugar en otros lugares.

Jesús tristemente recordó eso Un profeta solo es despreciado en su propio país, entre sus propios parientes y en su propia casa. (Marcos 6: 4) Incluso hoy, vemos ese tipo de actitud en las familias, los barrios e incluso en las parroquias. Cuando comenzamos a hacer que los ministros de la Eucaristía distribuyeran la Comunión en la misa, algunas personas cambiaban a una línea hacia donde un sacerdote estaba dando la Comunión, en lugar de recibirla de un laico. Nuevamente la actitud ¿Quién creen que son? ¿Creen que son mejores que el resto de nosotros? Si bien esa actitud parece haber desaparecido, la vemos surgir en otras situaciones.

Algunas de las divisiones dentro de las familias, lugares de trabajo, etc. se derivan de esta actitud. Como he tratado de entenderlo a través de los años, he llegado a la conclusión de que los celos juegan un papel. Sin embargo, traté de mirar más profundamente para entender qué causa los celos. Mi conclusión fue que la falta de autoestima está en la raíz. Si las personas se dan cuenta de que son hijos amados de Dios, con regalos únicos para ellos y para el mundo, podrían alegrarse de alegrarse en los regalos de los demás, así como en los de ellos mismos. Además, deben darse cuenta de que regalos ordinarios, como bondad y cuidado, es muy importante. Solo necesitamos algunos talentosos músicos, científicos, actores, etc. Sin embargo, necesitamos muchos con los obsequios ordinarios. Es por eso que Dios hizo tanta gente común.

Mientras enseñaba en St. Catherine Indian School en Santa Fe, Nuevo México, teníamos grupos de autoestima que se reunían semanalmente. Nuestro objetivo era preparar a los estudiantes para la vida. Queríamos que se fueran de la escuela conscientes de “Quiénes eran y de quién eran”.

 Preguntas de reflexión:  ¿Cómo puedo aumentar mi conciencia de Quién soy y de quién soy? ¿Cómo puedo ayudar a otros a apreciar quiénes son y quiénes son, especialmente los jóvenes?

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