Reading I: 2 Kings 4:8-11,14-16a
Psalm: 89
Reading II: Romans 6:3-4, 8-11
Gospel: Matthew 10:37-42
This Sunday’s readings are all about hospitality. The Hebrew Scripture describes the generous hospitality shown to the prophet
Elisha by the woman from Shunem and her husband who provided not only food but also a room for Elisha during his travels.
Then Matthew in his Gospel quotes Jesus saying: “Whoever receives you receives me, and whoever receives me receives the one who sent me. And whoever gives only a cup of cold water to one of these little ones...will surely not lose his reward.”
There are many definitions of hospitality and many ways it can be expressed. It is basically friendliness and caring. It can range from providing food and shelter to listening to someone who is troubled.
It can range from helping provide clean water in places where people die from disease-infected water to offering a cup of tea to a friend.
Whatever form it takes, it involves setting aside one’s own interests
and focusing on the needs of another. That can be a challenge as we now live in such a fast-paced world. Surrounded by so many
needs, including our own legitimate needs, we can sometimes become overwhelmed. That is when we need to carve out some special time to be with the Lord.
We need to ask the Lord’s guidance regarding what He wants of us.
He may simply affirm the many ways we are already showing hospitality or He may call us to extend ourselves more. He may even ask us to put the persons in His hands if we are overextended.
We just need to open our hearts to listen deeply in silence to our Shepherd and follow His lead.
Spanish Translation of Reflection Above...
Hospitalidad
Las lecturas de este domingo tratan de la hospitalidad. La Escritura Hebrea describe la generosa hospitalidad mostrada al profeta
Eliseo por la mujer de Shunem y su esposo que no sólo le proporcionó comida sino también un espacio para Eliseo durante sus viajes.
Entonces Mateo en su Evangelio cita a Jesús diciendo: “El que te recibe me recibe a mí, y el que me recibe recibe al que me envió. Y el que da sólo una taza de agua fría a uno de estos pequeños ... seguramente no perderá su recompensa.”
Hay muchas definiciones de la hospitalidad y muchas maneras que se pueden expresar. Es básicamente simpatía y cariño. Puede variar desde proveer comida y refugio hasta escuchar a alguien que está preocupado. Puede ir desde ayudar a proporcionar agua limpia en lugares donde la gente muere de agua infectada por la enfermedad hasta ofrecer una taza de té a un amigo.
Sea cual sea la forma que adopte, implica apartar los propios intereses y centrándose en las necesidades de otro. Eso puede ser un desafío ya que ahora vivimos en un mundo tan acelerado. Rodeado de tantos Necesidades, incluyendo nuestras propias necesidades legítimas, a veces podemos ser abrumados. Es entonces cuando necesitamos tener un tiempo especial para estar con el Señor.
Necesitamos pedir la guía del Señor con respecto a lo que El quiere de nosotros. Puede simplemente afirmar las muchas maneras en que ya estamos mostrando hospitalidad o Él puede llamarnos para extendernos más. Incluso puede pedirnos que pongamos las personas en Sus manos si estamos excesivamente extendidos.
Sólo necesitamos abrir nuestros corazones para escuchar profundamente en silencio a nuestro Pastor y seguir Su ejemplo.