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| Photo Credit: TurnbacktoGod.com |
Psalm: 16
Reading II: Galatians 5:1, 13-18
Gospel: Luke 9:51-62
As I sit here reflecting on one of my favorite pictures of Jesus, The Good Shepherd, with a little lamb enfolded in his arms, I cannot resist speaking of the Feast of the Sacred Heart, which is on June 28 this year. Having grown up in a parish dedicated to the Sacred Heart with a perpetual novena to him on Sunday afternoons, this devotion has meant a great deal to me.
The lamb in the picture has his head resting on the Heart of Jesus as if he is listening to the constant love issuing from Jesus’ heart. This picture does not show the physical heart of Jesus, as do many other pictures, but to me it is very endearing. In fact, the Gospel for the Sacred Heart Feast Day Mass is about “The Parable of the Lost Sheep.” The Shepherd leaves the other 99 to search for the lost sheep until he finds it. If one questions that, remember, the Shepherd would do the same for any of the other 99 if it were lost. God’s love is deeply personal and individual.
At a time when people were seeing God only as a stern judge, Jesus appeared to St. Margaret Mary Alacoque, a Visitation Sister, in her Monastery, at Paray-le-Monial, France. Jesus showed her his heart with flames coming forth and surrounded by a crown of thorns. The flames represented his love and the thorns of his suffering. He wants people to be aware of his love.
St. Margaret Mary suffered a great deal because at first people would not even believe her when she spoke of her visions. Eventually, her confessor, St. Claude de la Colombiere, a Jesuit, gave her support. Then, he publicly declared her visions to be genuine.
On December 27, 1673, the feast of St. John, Sr. Margaret Mary reported that Jesus had permitted her to rest her head upon his heart, and disclosed to her the wonders of His love. He then asked her to make them known to all people. The devotions which developed included receiving Holy Communion on the first Friday of the month and offering holy hours of prayer.
The Feast of the Sacred Heart was observed privately, beginning in 1686. Later in 1688, a chapel was built at Paray-le-Monial to honor the Sacred Heart. It was in 1920 that Sr. Margaret Mary was formally canonized by Pope Benedict XV.
The theme of today’s liturgy is the complete obedience of the true follower of Jesus. It is prefigured in the Hebrew Scriptures contained in Reading I. The Lord tells Elijah to anoint Elisha to succeed him as a prophet.
Elijah sets out to find Elisha, finally discovering him plowing with twelve yoke of oxen. Elijah throws his cloak over Elisha, signifying that he is called to be Elijah’s successor. Elisha responds by slaughtering all the oxen, cooking them and feeding the people. Then he obediently follows Elijah as his attendant.
In the Gospel for this Sunday, we find Jesus being approached by people who offer to follow Him wherever He would go. Jesus makes it clear to them what is required. They must follow His example of surrendering all the comforts of his heavenly home to spread the Good News of God’s love and to redeem us. To be His disciples, they must be willing to leave the security of their homes to face the unknown.
Jesus’ followers must even put their commitments to Jesus ahead of the ones they have for their own parents. Just as He had no reservations about what our salvation would require of Him, Jesus expects the same total dedication of His followers.
Reflection Question: How can I make God’s love known in my current circumstances?
Mientras me siento aquí reflexionando sobre una de mis fotos favoritas de Jesús, El Buen Pastor, con un corderito envuelto en sus brazos, no puedo resistirme a hablar de la Fiesta del Sagrado Corazón, que es el 28 de junio de este año. Haber crecido en una parroquia dedicada al Sagrado Corazón con una novena perpetua para él los domingos por la tarde, esta devoción ha significado mucho para mí.
El cordero en la imagen tiene su cabeza apoyada en el Corazón de Jesús como si estuviera escuchando el amor constante que sale del corazón de Jesús. Esta imagen no muestra el corazón físico de Jesús, como lo hacen muchas otras imágenes, pero para mí es muy entrañable. De hecho, la Misa del día de la fiesta del Evangelio para el Sagrado Corazón es sobre “La parábola de la oveja perdida”. El Pastor deja a los otros 99 para buscar a la oveja perdida hasta que la encuentre. Si uno cuestiona eso, recuerde, el Pastor haría lo mismo con cualquiera de los otros 99 si se perdiera. El amor de Dios es profundamente personal e individual.
En un momento en que la gente veía a Dios solo como un juez severo, Jesús se apareció a Santa Margarita María Alacoque, una Hermana de la Visitación, en su Monasterio, en Paray-le-Monial, Francia. Jesús le mostró su corazón con llamas saliendo y rodeado por una corona de espinas. Las llamas representaban su amor y las espinas de su sufrimiento. Quiere que la gente sea consciente de su amor.
Santa Margarita María sufrió mucho porque al principio la gente ni siquiera la creía cuando hablaba de sus visiones. Finalmente, su confesor, San Claude de la Colombiere, un Jesuita, le dio su apoyo. Luego, públicamente declaró que sus visiones eran genuinas.
El 27 de diciembre de 1673, en la fiesta de San Juan, la Hna. Margaret Mary informó que Jesús le había permitido apoyar su cabeza en su corazón y le reveló las maravillas de su amor. Luego le pidió que las diera a conocer a todas las personas. Las devociones que se desarrollaron incluyeron recibir la Sagrada Comunión el primer viernes del mes y ofrecer horas de oración.
La Fiesta del Sagrado Corazón se observó en privado, a partir de 1686. Más tarde, en 1688, se construyó una capilla en Paray-le-Monial para honrar al Sagrado Corazón. Fue en 1920 que la Hna. Margaret Mary fue formalmente canonizada por el Papa Benedicto XV.
El tema de la liturgia de hoy es la completa obediencia del verdadero seguidor de Jesús. Está prefigurado en las Escrituras Hebreas contenidas en la Lectura I. El Señor le dice a Elías que unge a Eliseo para sucederlo como profeta.
Elijah se propone encontrar a Eliseo y finalmente lo descubre arando con doce yuntas de bueyes. Elijah arroja su capa sobre Eliseo, lo que significa que está llamado a ser el sucesor de Elijah. Eliseo responde matando a todos los bueyes, cocinándolos y alimentando a la gente. Luego, obedientemente, sigue a Elías como su ayudante.
En el Evangelio de este domingo, encontramos a Jesús acercándose a personas que ofrecen seguirlo donde quiera que vaya. Jesús les deja claro lo que se requiere. Deben seguir su ejemplo de entregar todas las comodidades de su hogar celestial para difundir la Buena Nueva del amor de Dios y para redimirnos. Para ser sus discípulos, deben estar dispuestos a abandonar la seguridad de sus hogares para enfrentar lo desconocido.
Los seguidores de Jesús deben incluso poner sus compromisos con Jesús por encima de los que tienen para con sus propios padres. Así como Él no tenía reservas sobre lo que nuestra salvación requeriría de Él, Jesús espera la misma dedicación total de Sus seguidores.
Spanish Translation of Reflection Above...
Que Todos Sean Uno
Mientras me siento aquí reflexionando sobre una de mis fotos favoritas de Jesús, El Buen Pastor, con un corderito envuelto en sus brazos, no puedo resistirme a hablar de la Fiesta del Sagrado Corazón, que es el 28 de junio de este año. Haber crecido en una parroquia dedicada al Sagrado Corazón con una novena perpetua para él los domingos por la tarde, esta devoción ha significado mucho para mí.
El cordero en la imagen tiene su cabeza apoyada en el Corazón de Jesús como si estuviera escuchando el amor constante que sale del corazón de Jesús. Esta imagen no muestra el corazón físico de Jesús, como lo hacen muchas otras imágenes, pero para mí es muy entrañable. De hecho, la Misa del día de la fiesta del Evangelio para el Sagrado Corazón es sobre “La parábola de la oveja perdida”. El Pastor deja a los otros 99 para buscar a la oveja perdida hasta que la encuentre. Si uno cuestiona eso, recuerde, el Pastor haría lo mismo con cualquiera de los otros 99 si se perdiera. El amor de Dios es profundamente personal e individual.
En un momento en que la gente veía a Dios solo como un juez severo, Jesús se apareció a Santa Margarita María Alacoque, una Hermana de la Visitación, en su Monasterio, en Paray-le-Monial, Francia. Jesús le mostró su corazón con llamas saliendo y rodeado por una corona de espinas. Las llamas representaban su amor y las espinas de su sufrimiento. Quiere que la gente sea consciente de su amor.
Santa Margarita María sufrió mucho porque al principio la gente ni siquiera la creía cuando hablaba de sus visiones. Finalmente, su confesor, San Claude de la Colombiere, un Jesuita, le dio su apoyo. Luego, públicamente declaró que sus visiones eran genuinas.
El 27 de diciembre de 1673, en la fiesta de San Juan, la Hna. Margaret Mary informó que Jesús le había permitido apoyar su cabeza en su corazón y le reveló las maravillas de su amor. Luego le pidió que las diera a conocer a todas las personas. Las devociones que se desarrollaron incluyeron recibir la Sagrada Comunión el primer viernes del mes y ofrecer horas de oración.
La Fiesta del Sagrado Corazón se observó en privado, a partir de 1686. Más tarde, en 1688, se construyó una capilla en Paray-le-Monial para honrar al Sagrado Corazón. Fue en 1920 que la Hna. Margaret Mary fue formalmente canonizada por el Papa Benedicto XV.
El tema de la liturgia de hoy es la completa obediencia del verdadero seguidor de Jesús. Está prefigurado en las Escrituras Hebreas contenidas en la Lectura I. El Señor le dice a Elías que unge a Eliseo para sucederlo como profeta.
Elijah se propone encontrar a Eliseo y finalmente lo descubre arando con doce yuntas de bueyes. Elijah arroja su capa sobre Eliseo, lo que significa que está llamado a ser el sucesor de Elijah. Eliseo responde matando a todos los bueyes, cocinándolos y alimentando a la gente. Luego, obedientemente, sigue a Elías como su ayudante.
En el Evangelio de este domingo, encontramos a Jesús acercándose a personas que ofrecen seguirlo donde quiera que vaya. Jesús les deja claro lo que se requiere. Deben seguir su ejemplo de entregar todas las comodidades de su hogar celestial para difundir la Buena Nueva del amor de Dios y para redimirnos. Para ser sus discípulos, deben estar dispuestos a abandonar la seguridad de sus hogares para enfrentar lo desconocido.
Los seguidores de Jesús deben incluso poner sus compromisos con Jesús por encima de los que tienen para con sus propios padres. Así como Él no tenía reservas sobre lo que nuestra salvación requeriría de Él, Jesús espera la misma dedicación total de Sus seguidores.
Pregunta de Reflexíon: ¿Cómo puedo dar a conocer el amor de Dios en mis circunstancias actuales?
Comments:
Stephanie Morris, Ph.D. Historian, Certified Archivist, Emerita
Have you ever heard the saying “A picture is worth a thousand words”? Mother Katharine described her life as “a moving picture of scenes which recall His wonderful providence in my regard.” Would a film based on my life (or yours) reflect God’s love and presence? Hopefully, we could say “yes.” Mother Katharine said that to become a saint, all we had to do is to do what God asks us to do. Yes, it’s that simple. Yes, it is often easier said than done. We live in God’s presence, in His present moment. If we can remember His presence with us on our journey, then sharing His love with those we meet could be simply a matter of sharing His joy and mercy with those we meet.
Pat Chiaffa, ASBS
“My father didn’t tell me how to live; he lived, and let me watch him do it.” This quote of Clarence Budington Kelland appeared in our Church Bulletin on Father’s Day. I believe that the wisdom contained in it provides the key answer to this week’s reflection question.
My first thought to your post was that there are countless numbers of lost sheep roaming around at large. That response was a reaction based on the many members of my family who have strayed from the Church. I remembered the many times that I was lost and wandering aimlessly, in need of rescue. I thought about the younger generation, born into the digital age, where technology has fundamentally shaped their perspective of the world and influences their behavior and values. Their sense of identity and well-being often depends on how many “Likes” they receive on social media. We spend numerous hours following people of interest on Facebook. These “friendship” connections can consume our day. Any of these situations can cause our center of focus to shift outward. It is easy to neglect our interior self that longs for nurturing. In our fast-paced, world-at-our-fingertips environment, it is easy to get distracted. We lose sight of our Way-Shower, and we become one of the lost sheep. Sheep have an instinctive tendency to wander. If the shepherd did not go out and seek this lost creature, it would not have found its way back on its own.
Life is complex. We are all broken people living in a broken world. As His followers, Jesus’ invitation to come and follow Him must come through us. We are to shepherd one another with the heart and love of Jesus.
“One of Jesus’ greatest teachings was compassion. He demonstrated compassion when he fed the crowds who followed him in his treatment of the fallen woman and his many acts of healing. I strive to follow these examples each day. When I see someone who is struggling, I lend a helping hand. I choose to express love. I choose to be a light in the world.
“My expressions of empathy and kindness come from my divine powers of
understanding and love. As I attune to these qualities within and let them flow
from my mind and heart, I see beyond differences. I let my true Self reflect the
expression of love that I am. I shine the light of love from my heart to others.”
(Daily Word June 13, 2019)
People notice how we live and act. When we speak caring words, go through our daily activities with joy and a gentle spirit, are fully present to others, forgive freely, are slow to anger, and love unconditionally, people will see Jesus in us. Hopefully, they will allow us to guide them back to the fold.
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